Jengibre
confitado en almíbar
No se si
sois de l@s que os gusta el sabor del jengibre en los dulces, a mi
personalmente me gusta un suave toque de jengibre no solo en las clásicas
galletas, si no que también me gusta en bizcochos, ensaladas, guisos, de relleno de bombones, panes y
en algunos pastelitos, especialmente los que lleven nata o manzana, pues les da
un sabor especial ya que combina perfectamente con ello.
Deja un
aroma y sabor a especia que me recuerda a la intensidad de la canela o la
pimienta de Jamaica, un poco picante y punzante pero a la vez un poco dulzón,
aunque siempre en pequeñas cantidades ya que su sabor característico y su
fuerte aroma ocultaría al resto de ingredientes, es por eso que os digo que me
gusta “un suave toque”.
El
jengibre puede resultar conocido para muchas personas, aunque la mayoría no sepan
a ciencia cierta si les gusta o no, ya que desconocen que se usa más en salsas
como la de soja, el curry y en diversos condimentos.
Se trata
de un alimento muy apreciado desde hace miles de años en la gastronomía de los
países orientales, aunque en la Cocina Occidental su uso es mas bien reciente.
Esta
hierba se cultiva en numerosas áreas de India, China y en casi todas las
regiones tropicales de América y del continente africano.
Se usa
como especia su raíz gruesa, la parte esencial de la planta, que se conoce con
el nombre de rizoma, que es el que proporciona a los alimentos a los que se
añade un sabor dulce e intensamente aromático, por lo que se emplea en
numerosas preparaciones.
Buscando
información sobre este rizoma me he encontrado además de sus virtudes
culinarias, que posee muchas más especialmente medicinales, es por esto que su
consumo esta tan extendido en la cocina oriental, se emplea también en el ámbito de la medicina china, japonesa e hindú.
*** Tomarlo “con
precaución” si sois diabéticos o hipertensos, ya que puede interferir en el uso
de medicamentos para estas enfermedades, consultar con vuestro medico. Mucho ojo si estais en los 3 primeros meses de embarazo o teneis reglas muy intensas porque puede producir sangrados mas intensos. CONSULTARLO SIEMPRE CON VUESTRO MEDICO ANTES DE CONSUMIRLO.
Este
formato se lo vi usar al famoso cocinero Jaime Oliver, en uno de sus programas
televisivos y me llamó la atención ya que antes solo lo había usado fresco y
seco.
La verdad
es que podría haberlo comprado hecho, pero quería hacerlo en casa para todas
las personas que no tiene un comercio de productos orientales cercano y con los
ingredientes que tod@s podremos comprar.
Una vez
hecho, lo podéis conservar en un tarro de cristal bien cerrado hasta un año.
Ingredientes:
- 400g de
jengibre fresco
- agua según
peso
- azúcar
moreno de caña según peso (podéis usar el azúcar blanco, pero prefiero el
moreno de caña integral que es mas natural y menos dulce que el blanqueado,
además, el jarabe sale más tostado, con el color del caramelo y me gusta)
En el
comprado también podréis encontrarlo aromatizado con canela, pero a mi
personalmente me gusta solo, la canela ya se la añado yo a la receta si es
necesario.
Como hacer:
Lo
primero y principal es pelar bien el rizoma para pesarlo.
Este una
vez pelado pesa 250g.
Pesamos
la misma cantidad en gramos de azúcar moreno y el doble de peso se usa de agua (de peso, o sea 500g).
Ponemos a
hervir el agua con el azúcar.
Añadimos
el jengibre cortado en trozos pequeños, yo los suelo cortar en rodajas como si
fuera patata para tortilla pero un poco mas gordo pues eso hará que se cueza
antes y después, cuando este confitado, me dará mas facilidad a la hora de poner pequeñas porciones en las recetas.
Una vez
empieza a cocer, espumar bien y bajar el fuego al medio de potencia, removiendo de vez en
cuando para evitar que se forme en el fondo caramelo.
Tardará
una media hora en estar blando (todo depende de la frescura del rizoma y de la
potencia del fuego que uséis).
Si por
casualidad al pincharlo notáis que está todavía duro y le queda poco almíbar,
añadir un poco más de agua y dejar cocer a fuego muy bajo hasta que al
pincharlo lo notéis tierno.
Retirar
del fuego y preparar el tarro de cristal.
Esterilizar
el tarro de cristal antes de usarlo, hirviéndolo por separado el tarro de la
tapa durante 20 minutos, dejar secar boca abajo encima de un paño limpio hasta
su uso (una forma fácil y rápida es meterlo en el lavavajillas cuando lo pongáis
en un ciclo largo, pues se lava con agua muy caliente y jabón y para estas
elaboraciones que se conservan con azúcar, sirve perfectamente este método).
Cogemos
el jengibre y en caliente, llenamos el envase de cristal hasta el borde con el
y el sirope que se ha formado.
Espumar con una cucharilla para eliminar
impurezas, cerrar bien fuerte y darle la vuelta, dejándolo boca abajo hasta que
se enfríe por completo (formula eficaz de hacer el vacío para este tipo de conservas)
Se
conserva perfectamente durante un año en la despensa.
Una vez
abierto, podéis usar tanto el jengibre confitado en trozos o el sirope, pero en
pequeñas cantidades ya que posee muchísimo sabor.
* El sirope
que ha sobrado no lo tiréis, lo podéis guardar en un taper bien cerrado en el
frigorífico durante 3 meses y añadírselo a la masa de algún bizcocho (una
cucharadita), a las magdalenas o unas deliciosas galletas, incluso unas gotas
endulzará un té de la tarde, veréis que delicia.
Veréis en
muchos blogs que lo usan directamente fresco, rallado o machacado, también seco
en polvo, pero hay más formatos menos conocidos que podréis conseguir en
tiendas orientales.
Se puede
adquirir fresco, seco, en conserva, confitado y hasta recubierto de chocolate y
puede estar en distintos formatos: molido, cristalizado, cortado en lonchas o
en palitos.
El rizoma
fresco del jengibre se conserva bien en el frigorífico, en el cajón de la fruta
bien guardado durante tres semanas sin pelar hasta el momento en el que se vaya
a consumir, pasado este tiempo empezara a endurecer y secarse, picando mucho
mas e incluso amargando.
Para
mejorar su conservación se puede congelar durante meses.
El
jengibre seco se conserva durante más tiempo que el fresco, sin embargo, con el
tiempo puede ir perdiendo algo de olor y de sabor.
Para que
conserve sus propiedades medicinales y organolépticas (olor, aroma, sabor), se
ha de guardar en recipientes herméticos bien cerrados y almacenar en un lugar
fresco y seco.
La forma
de presentación más utilizada es la del jengibre molido a partir del rizoma
seco.
También
se puede encontrar el jengibre cristalizado, que son los trozos de rizoma seco,
escarchados y recubiertos de azúcar.
Otra
forma de adquirir el jengibre es en conserva, y recibe el nombre de tronco de
jengibre, conservado en un suave vinagre su uso más popular es en el sushi.
Los
rizomas frescos están macerados en almíbar y se suelen conservar en tarros de
cerámica a temperatura ambiente hasta abrir el envase.
También
se puede encontrar jengibre en infusiones, como aceite esencial o en cápsulas.
Por lo tanto, dado la cantidad de ventajas que podéis tener en vuestra salud tomando esta especia, os aconsejo la empecéis a incluir en vuestra dieta, ademas de ser un placer agradable para el olfato y el paladar, cuidareis todo vuestro organismo.
* Hombres, recordar que se le atribuyen poderes afrodisíacos también para la mujer, jejejeje.
Podéis
saber más sobre esta especia, su uso y sus virtudes medicinales en:
Un
abrazo.
Recordar, ya esta el listado del 2º Reto BBSS, podréis hojear el
libro del segundo reto y ver el premio que ha elegido Marisa.
Falta el sorteo
que se hará en próximos días.
Visitarlo,
podréis descubrir diferentes recetas muy BUENAS, BARATAS, SALUDABLES Y
SENCILLAS.
http://recetasbbss.blogspot.com.es/2013/05/cocinamos-unidos-en-el-2-reto-bbss.html
http://recetasbbss.blogspot.com.es/2013/05/cocinamos-unidos-en-el-2-reto-bbss.html