Nevaditos de navidad
Otra receta de mi tía Pili, la hermana pequeña de mi
madre.
Esta receta ya os comente el pasado año que es igual
que la de los mantecados
extremeños,
tan solo cambian un par de cosas:
*El tiempo de horneado, que al ser mas gordos, tardarán
unos minutos más en hacerse;
Le pongo un poco menos de vino, ya que le añado el
zumo de medio limón o naranja para aromatizar;
y en vez de pasarlos una vez hechos por azúcar en grano, se emborrizan en azúcar glas, de ahí el nombre de “nevados”, por el efecto óptico del azúcar molido en su superficie.
y en vez de pasarlos una vez hechos por azúcar en grano, se emborrizan en azúcar glas, de ahí el nombre de “nevados”, por el efecto óptico del azúcar molido en su superficie.
Esta receta, la tengo un cariño especial, ya que es
de esas que recuerdas desde muy pequeñ@ en casa y en estas fechas de navidad,
donde aunque much@s no se lo crean, no había turrón,
sólo los más pudientes: del duro y del blando;
donde aunque much@s no se lo crean, no había turrón,
sólo los más pudientes: del duro y del blando;
Ni mazapán, ni bombones, ni trufas, ni brazos, ni
muchos de los dulces que creemos clásicos pero que en realidad son nuevas modas
“más modernas”,
que parece que hoy en día “si no se tienen, no es navidad”…..
Y luego “venga las dietas milagro” en enero, jejejejeje.
que parece que hoy en día “si no se tienen, no es navidad”…..
Y luego “venga las dietas milagro” en enero, jejejejeje.
En cambio, lo que nunca faltaban en los hogares
humildes eran los dulces caseros;
Hechos con todo el cariño de las madres y abuelas: roscos, polvorones, empanadas, mantecados
y quien era mas mañosa, incluso las clásicas pastas de té, que para eso era la fiesta donde se celebraba el nacimiento de nuestro salvador y donde nos reuníamos todos.
Hechos con todo el cariño de las madres y abuelas: roscos, polvorones, empanadas, mantecados
y quien era mas mañosa, incluso las clásicas pastas de té, que para eso era la fiesta donde se celebraba el nacimiento de nuestro salvador y donde nos reuníamos todos.
En las navidades, en mi casa solíamos ir a ver a la
familia “como casi todas las familias que habían emigrado lejos de su tierra y
de los suyos, en cuanto teníamos vacaciones, nos íbamos al pueblo a pasarlas
junto a ellos” costumbre que por desgracia, cada vez se va perdiendo más, con
estas nuevas tendencias y nuevas tecnologías, incluso desde que se ha instalado
el teléfono en la mayoría de hogares, se ha perdido por completo el ir casa por
casa de nuestros familiares y amigos a felicitarles las navidades, compartiendo
junto a ellos una comida, cena o merienda o simplemente un buen abrazo, hasta
escribir una tarjeta de felicitación está desapareciendo….
Anda que no me tenían envidia algun@s compañer@s del
colegio en verano y en navidad: yo me iba de viaje “al pueblo” y encima comía
ricos manjares y vivía experiencias diferentes, la reunión de tantos primos, la
matanza, etc. a las que ell@s que se quedaban en la ciudad no tenían.
* Como somos familia numerosa, según llegábamos al
pueblo nos repartíamos entre las casas de mis tías para no ser una carga solo a
un@ familia y de este modo también mis padres podían hacer más cosas sin
necesidad de estar todo el día pendientes de nosotr@s.
Yo solía irme a casa de mi tía Pili, la hermana
pequeña de mi madre, ya os lo he contado en varias ocasiones que siempre que
podía, me iba allí con ella, que me gustaba ayudarla a hacer los dulces, luego
ella vendía a particulares que se los encargaban.
Fuera aparte de la religión católica y de las
distintas provincias, en estas fechas invernales, en todas las casas se celebraba la navidad con mucho cariño, sin
lujos ni regalos, pero con la esperanza de reunirse todos juntos alrededor de
una mesa.
Siempre recordare esos años de mi niñez con
muchísima añoranza y cariño, echando de menos esas reuniones donde al menos
siempre habían villancicos y risas, muchas muestras de cariño que hoy en día ya
no se ven, ya que no siendo en bodas o entierros, el juntarse mi gran familia
“todos juntos como cuando éramos niñ@s” es prácticamente imposible.
Aquí podeís ver una fotografía de las de antes, las que se hacían para la cartilla de familia numerosa, Estamos mis padres y sus 9 hij@s.
Aquí parte de mi familia paterna, mi abuela Manuela en una boda junto a sus 13 hij@s. Eso eran familias numerosas.......
En ésta fotografía, mi otra abuela, mi abuela materna, de la que he heredado su pasión por la cocina y los duldes: Pilar, junto a algunos de mis tíos y tias, primos y primas.
Ingredientes
para unos 50 nevaditos:
- ½ k de
manteca de cerdo “del tiempo”
- 100 ml
de vino blanco suave
- 150 g de
azúcar
- 500 g de
harina todo uso
- una
cucharada de canela en polvo
-
ralladura de limón o naranja al gusto
- el zumo
de ½ limón o naranja, depende de lo que hayáis usado.
Azúcar
glas para pasarlos una vez hechos.
* De
nuevo este año he hecho solo la mitad de la receta, ya que también he hecho mis
famosos polvorones
tradicionales y un montón de galletas
para decorar y regalar,
que no cuesta mucho hacer de más para luego tener un detalle con esas personas
que vengan a felicitarte las fiestas ¿no creeis?
Como
hacer:
Batir
bien la manteca hasta que coja consistencia como de nata, es por esto que
recomiendo tenerla del tiempo, cuando está fría, es más difícil batirla a mano.
Añadir el
vino, la canela, la ralladura de limón o naranja, el zumo colado y mezclar un
poco con una cuchara de palo o las varillas, lo que queráis.
Echamos
el azúcar y mezclamos.
Ir
añadiendo harina hasta que la masa quede esponjosa para poderla pasar a
rodillo, dejándola de 1 cm. de grosor.
La
doblamos como si se tratara de hojaldre “en 3” y la dejamos descansar 30
minutos en frío.
Pasado el
tiempo de reposo, la estiramos levemente, tiene que tener un buen grosor como
de 1’5 -2cm.
Cortar
con los cortapastas de las formas deseadas, esta vez los he cortado
cuadraditos.
Poner en
placa con papel, separados, que no se toquen, pues crecen un poco y se
pegarían.
Horno
200º y sin aire, hasta que se doren un poco, aproximado 18-20 minutos, depende
mucho de vuestro horno y del grosor que los preparéis, en la parte medio-baja del horno.
Hacemos siempre una prueba de textura y sabor, cuidado porque queman muchísimo, si ya están en su punto, se retiran del horno.
Hacemos siempre una prueba de textura y sabor, cuidado porque queman muchísimo, si ya están en su punto, se retiran del horno.
Cuando los tengamos todos cocidos y se
templen, pasar bien por azúcar glas.
Dejar en
bandeja hasta que se enfríen totalmente.
Espolvorear
con un colador, un poco más de azúcar glas, dándole esa terminación “de nieve”.
NO LOS
CONTEIS, JEJEJEJ NO ME RESISTO A COMERME UNO RECIEN HECHO, ES MAYOR A MIS
FUERZAS, JAJAJAJAJA.
Así os enseño como quedan por dentro, en cuanto se enfríen
por completo, quedan más secos y crujientes, que os recordará la textura de las
hojaldrinas.
Se
conservan muy bien en una caja de lata con papel de seda.
Aquí la
muestra de lo que he estado haciendo hoy, preparando ya los dulces para estas
navidades: Polvorones tradicionales y las galletas de navidad.
Os aseguro
que son unos nevaditos suaves y ricos, ideales para acompañar cualquier mesa de
dulces de navidad y que cuando los probéis, os van a encantar.
Si me da
tiempo, os enseñaré otra receta tradicional antes de que acabe el año, si no:
A TOD@S L@S QUE ME HABÉIS ACOMPAÑADO ESTE AÑO, GRACIAS, MILES DE BESOS Y ABRAZOS.
A TOD@S L@S QUE ME HABÉIS ACOMPAÑADO ESTE AÑO, GRACIAS, MILES DE BESOS Y ABRAZOS.
OS DESEO DE CORAZÓN QUE TENGÁIS UNAS FELICES FIESTAS Y QUE EL PRÓXIMO AÑO OS
BRINDE POR LO MENOS, SALUD, TRABAJO Y PROSPERIDAD.
Un abrazo
fuerte.