Rosquillas de manzana de “Sor Teresa”

Rosquillas de manzana, 

Receta dé la monja “Sor Teresa”

Otra de las recetas que me dio Carmela de su tía abuela que era monja.

Ésta receta se hacía para aprovechamiento en el convento, con los excedentes de las manzanas de la cosecha, que los campesinos regalaban a los conventos.

Me contó Carmela, que estas rosquillas se las llevaban a los dueños de las tierras que donaban la fruta al convento, para agradecer su donativo.

 Ideales para regalar en “Los Santos”, en Semana santa o en cualquier momento, ya que no son difíciles de hacer y están muy buenas.

*A quien no conoce la historia de esta monja, os remito a la entrada de la Quesada, 
ahí os cuento quien fue.

 http://lasdeliciasdepilar.blogspot.com.es/2012/10/quesada-pasiega-de-sor-teresa.html

Probarlas, son unas rosquillas exquisitas y diferentes.

Os vais a sorprender de su sabor y textura, 
recuerda en cierto modo a las tartas de manzana.

Ingredientes para unas 16/18:

- 2/3 manzanas grandes (yo he usado golden, pero podéis usar la variedad que mas os guste, qué sea de textura suave y no muy ácida, Royal gala, etc... )

- 60/80 g de azúcar (yo soy poco dulce y le pongo siempre la mitad porque además lleva azúcar por fuera)

- 100ml de agua templada

- 8g de levadura fresca de pan, o si usáis de la deshidratada, poner sólo 3g.

- aproximadamente 120g de harina todo uso (lo que pide la masa, puede que sí es una harina muy seca, tengáis que poner un poco más)

- una pizca de sal

- 2 copas de vino de misa. Es un vino dulce tipo moscatel (yo he puesto "coñac" qué me gusta más como queda con la manzana, pero deja un sabor fuerte, sí es para niños  usar el vino dulce, no os preocupéis, se evapora al freírlas)

- azúcar y canela para pasarlas. O sólo azúcar 

- harina fina de maiz para rebozarlas (tipo maizena) o harina de arroz 

- aceite suave para freírlas.

Lo primero que hacemos es pelar las manzanas,
las descorazonamos y partimos en rodajas finas, 
de APROXIMADAMENTE medio centímetro de grosor. 
De cada manzana me han salido unas 8 rodajas.

Las ponemos en una bandeja grande y le espolvoreamos por encima el azúcar, qué esté bien repartido, cómo sí echaseis sal en una ensalada.

Echamos por encima el licor y las reservamos tapadas con plástico o una tapadera media hora, dándoles la vuelta más o menos a los 15 minutos, para que absorban bien el licor y se ablanden.

Pasado este tiempo de maceración, las ponemos a escurrir sobre un colador, recogiendo el líquido sobrante en un plato, ya que luego lo vamos a usar. 

Tapalas con un plato y un trapo para que no se oxiden con el aire.

Deshacemos la levadura en el agua templada.

Añadimos la harina tamizada y la pizca de sal.

Removemos bien para mezclarlo, tiene que ser una masa un poco dura, cómo una besamel durita o cómo una tempura.

Añadimos el líquido del licor reservado recogido de las manzanas y mezclamos bien.

En este punto, hacer la prueba del dedo (la más infalible, jejejejeje) yo lo hago en varias recetas para comprobar la textura. Por supuesto dedo muy limpio.

Tiene que quedar ligera pero que se pegue bien en el dedo "NAPE" 

Si no fuera así, se le puede añadir un poco mas de agua o harina, según precise)

La cubrimos con un paño limpio y dejamos reposar cómo mínimo media hora, en un lugar templado para que leve. 

Mantener las manzanas bien tapadas para que no se resequen.

Mezclamos en un bol un poco de azúcar con una cucharadita de canela si te gusta, para pasar nuestras rosquillas después de freírlas.

Disponemos las rodajas de manzana encima de un paño limpio o de papel absorbente, para que se escurran el poco líquido que tengan y sequen.

Después del reposo, removemos la masa con una cuchara antes de usar, para eliminar las burbujas de la fermentación.

Ponemos el aceite a calentar en una sartén honda o cazuela.

Poner no muy fuerte (mi vitroceramica es hasta el 9 y la he puesto al 6) 

Si el aceite está muy caliente se doran muy rápido y se quedan crudas por dentro. Si por lo contrario esta muy flojo, absorben mucho aceite y quedan grasas antes de estar totalmente fritas.

Siempre recomiendo freir primero una piel de naranja, hasta que empiece a dorar, la retiramos.

Una vez el aceite en su punto, vamos pasando cada rodaja de manzana por la harina de maíz y sacudir el exceso. 

En realidad es algo bastante fácil, es igual que hacer un rebozado.

Las metemos en la masa por los dos lados, que queden bien cubiertas y escurrimos un poco el sobrante.

Podéis usar dos tenedores o hacerlo con la mano limpia.

Las freímos bien por las dos caras hasta que se pongan doradas.
Darle la vuelta varias veces con ayuda de un tenedor sí es necesario, quedan muy infladitas por la fritura y la levadura.

Escurrimos sobre papel absorbente el exceso de aceite, hasta tener todas fritas.

Eliminar siempre las hebras que afean la terminación.

Las pasamos por la mezcla de azúcar y canela antes de que enfríen del todo.

Así quedan por dentro.

Si os fijáis, salen muchas rosquillas de tan solo dos manzanas (no las contéis, que ya faltan dos, jejejejejejeje)

No me puedo resistir a probarlas templadas, me encantan. 

Siempre pruebo textura y sabor. 

Es increíble lo parecido que es a una buena tarta de manzana.

Dejarlas enfriar (si sois capaces) y poner en una fuente.

Bueno y ahora con la masa sobrante, os dejo un truco "ya que en mi casa no se tira nada".

Batimos un poco la masa que ha sobrado, añadiéndole un huevo batido.

La textura tiene que ser igual que logramos al principio, con ella he hecho unos frisuelos para aperitivo. 

Quedan alucinantes con el sabor de las manzanas y del licor, UMMMMMMM.

Ya veis, otra forma de aprovechar las manzanas aparte de tartas y empanadas, 
cuando se tienen muchas antes de que se nos eche a perder.

Rosquillas que son muy originales y deliciosas,
En mi casa gustan muchísimo y las hago a menudo.

Espero que las hagáis, si adorais las tartas de manzana os van a gustar mucho.

Los niños las comen muy bien, porque quedan tiernas y blanditas. 
No olvidéis enseñarmelas si las hacéis.

Gracias.